«He aquí una cosa que rechazamos cuanto más la necesitamos: el consejo. De mala gana lo escucha quien más lo necesitaría, a saber: el ignorante»
Vivimos en una sociedad donde se habla mucho de la salud mental y de la necesidad de sentirse bien con uno mismo. Pero son pocos los que van a un psicológo, a un psiquiatra o simplemente se sientan con un amigo, su pareja o un hermano y no sólo escuchan sino que aceptan sus consejos.
Y, aunque entiendo el aforismo de Leonardo porque es certero al indicar que los ignorantes rechazan escuchar los consejos, siempre he considerado que esa ignorancia parte de la inseguridad propia, no de la falta de conocimiento. La segunda parte que Leonardo no escribió pero seguro pensó es que ese consejo sólo sirve si no sólo lo escuchamos sino que lo usamos para ser más sabios. Es la contraposición entre ignorancia y sabiduría lo que quería mostrar en esta frase al igual que en otro aforismo similar suyo que dice: «Pide consejo al que sabe corregirse a sí mismo».
Volviendo al comentario de ignorancia-inseguridad, la realidad es que todos somos inseguros. Todos tenemos facetas de nosotros mismos o de nuestra vida que nos gustaría cambiar. La mayor diferencia entre el sabio y el ignorante está en que el sabio acepta la inseguridad pero también acepta que todos tenemos el poder de cambiar y trabaja en dicho cambio por si mismos o con la ayuda de otros. Si al final la inseguridad nos hace crecer un muro a nuestro alrededor donde ni los consejos de otros ni los nuestros propios son capaces de destruirlo y sólo nos mantienen en una posición estática es cuando en vez de aprender con la experiencia nos convertimos en más ignorantes como indica Leonardo.
La pregunta que le haría a Leonardo si le tuviese enfrente, sin duda sería: ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado y has seguido? Si me preguntasen a mí el mejor consejo que he seguido sería aquel que dice que nos debemos aceptar a nosotros mismos porque somos lo mejor que tenemos y la vida es demasiado corta para malgastarla dañándonos cuando podemos aprender y crecer de los errores que vamos cometiendo.